La escuela enseña independencia a los niños, les brinda oportunidades de aprender y
los ayuda a conocer amigos, habilidades que enriquecerán toda su vida.
Ajustes en la escuela
Puede dividir las redes de apoyo en tipos formales e informales, y debe hacer uso de
ambas:
La mayoría de los niños con DMD asisten a la escuela primaria y preescolar
sin problemas. Sin embargo, a medida que avanza la afección, es posible que deban
realizarse algunos ajustes.
Es importante que se comunique con la escuela y le proporcione la mayor cantidad de
información posible sobre la DMD.
De esa manera, los maestros pueden hacer lo siguiente:
Proporcionar equipos especiales
Organizar el transporte hacia y desde la escuela
Adaptar el plan de estudios a la persona
Controlar cualquier necesidad durante todo el año escolar
Ofrecer apoyo adicional para cualquier problema de aprendizaje o
comportamiento
Proporcionar tiempo adicional para el trabajo escolar.
Ser flexibles con la asistencia
Educar a otros alumnos sobre la DMD (con su permiso).
Cómo hablar con los maestros: por dónde comenzar
Solicite una reunión inicial
con los miembros del personal que participarán en la educación de su hijo.
Hable abiertamente
de cualquier inquietud, necesidad especial o idea que pueda tener.
Proporcione información
sobre la DMD y los tratamientos o las terapias que su hijo está recibiendo.
¿Qué debe saber la escuela?
Las necesidades de un alumno con DMD pueden ser muy diferentes de las de otros
niños. Asegúrese de decirle al maestro si su hijo:
Necesita adaptaciones en el aula, como espacio para una silla de ruedas
Requiere formación o educación especial
Necesita ayuda para desplazarse, comer o ir al baño
Tiene problemas emocionales o de conducta
Debe llevar equipos adaptativos a la escuela
Necesita tomar medicamentos durante la jornada escolar
Puede necesitar consideraciones especiales sobre la puntualidad y las clases o
tareas perdidas
Está abierto a hablar sobre la DMD con compañeros de clase, otros padres y
otros profesores
Supuestos frecuentes a reconsiderar acerca de la DMD en la escuela
Si su hijo tiene DMD, la idea de enviarlo a la escuela puede ser abrumadora. Es posible
que le preocupe que se caiga, sufra acoso o pase por el estrés innecesario de
exámenes y otras tareas.
Si bien es perfectamente normal que los padres, cuidadores, maestros e incluso los
niños con DMD tengan miedos en relación con la escuela, es importante comprender
que no siempre se basan en la realidad.
Separar los hechos de la ficción puede marcar una gran diferencia para ayudar a
su hijo a obtener la mejor experiencia educativa posible.
Supuesto
Debido a que mi hijo tiene DMD, estará mejor si asiste a una institución educativa
especial.
Realidad
Si bien puede pensar que un diagnóstico de DMD significa asistir a un programa de
educación especial, cuando sea posible, los niños con DMD deben asistir a las
escuelas convencionales. Esto es para que los niños con esta afección puedan
experimentar y aprender del “mundo real”.
Sin embargo, tenga en cuenta que las cosas pueden cambiar. A medida que la
enfermedad avanza, su mejor opción puede ser una escuela especializada o alternativa
que pueda satisfacer las necesidades de su hijo.
Supuesto
Debido a que mi hijo tiene DMD, no debe participar en actividades escolares ni viajes.
Realidad
Tener DMD no significa que su hijo no pueda participar en actividades escolares.
Analice abiertamente las capacidades y limitaciones de su hijo con la escuela. Juntos,
pueden decidir si es necesario realizar modificaciones o ajustes especiales. (Por
ejemplo, construir rampas para sillas de ruedas, proporcionar más tiempo para
exámenes o encontrar juegos que no requieran fuerza física).
Supuesto
Se burlarán de mi hijo o lo acosarán a causa de la DMD.
Realidad
Hable con la escuela sobre cómo plantear el tema de la DMD a los otros alumnos. Las
investigaciones han demostrado que es menos probable que los niños se burlen y más
probable que defiendan a un estudiante con DMD cuando comprenden la afección.
Para ayudar a los maestros a hablar de la DMD en el aula, remítalos a los recursos
para maestros de Parent Project Muscular Dystrophy aquí.
Supuesto
El maestro sabrá exactamente qué hacer.
Realidad
Esta puede ser o no la primera vez que el maestro de su hijo tiene un alumno con DMD
en el aula. Esté preparado para analizar abiertamente la afección de su hijo y brindar a
los maestros información y orientación sobre la DMD.
Para ayudar a informar a los maestros sobre la DMD, remítalos a los recursos para
maestros de Parent Project Muscular Dystrophy aquí.
Supuesto
Mi hijo no podrá seguir el ritmo de sus compañeros de clase.
Realidad
Si bien es cierto que los niños con DMD pueden necesitar asistencia con las
actividades físicas y ayuda para abordar las discapacidades de aprendizaje, de todos
modos pueden seguir el plan de estudios del aula y participar en las actividades de la
clase.
En lugar de enfocarse en la discapacidad y en lo que el alumno no puede hacer,
concéntrese en lo que el alumno sí puede hacer. Trabaje con el maestro de su hijo para
establecer objetivos realistas y enfocarse en las fortalezas del alumno. También podría
hablar con la escuela sobre el desarrollo de un programa educativo individualizado
(Individualized Educational Program, IEP).
Más recursos
Para ayudar a los maestros a comprender la DMD y satisfacer las necesidades del niño
en el aula, remítalos a los recursos para maestros de Parent Project Muscular
Dystrophy aquí.
Para obtener más información sobre cómo hablar con los maestros y el personal de la
escuela, consulte las guías “Education Matters” de Parent Project Muscular Dystrophy, aquí.
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conversación con un proveedor de atención de la salud estadounidense.
Los trastornos neuromusculares afectan los músculos y los nervios, y la mayoría de las
causas son genéticas. Esto significa que se transmiten a través de la familia o son
causados por cambios en los genes de una persona en particular.
La mayoría de los trastornos neuromusculares causan debilidad muscular que empeora
con el tiempo. Los signos y síntomas de las enfermedades neuromusculares pueden
variar y pueden ser leves, moderados o graves.
Con mayor frecuencia, cuando un niño tiene una enfermedad neuromuscular, no crece
ni se desarrolla tan rápido como otros niños de su edad. Con frecuencia, tarda en
comenzar a levantar la cabeza, sentarse, caminar y hablar.
El tratamiento y la atención complementaria pueden mejorar los síntomas de un
trastorno neuromuscular, aumentando la movilidad e incluso la expectativa de vida.
Distrofia muscular
Distrofia muscular es el término que se utiliza para designar a un grupo de trastornos
neuromusculares que causan debilidad muscular y pérdida de masa muscular.
La distrofia muscular de Duchenne (DMD) es un tipo de distrofia muscular que causa
debilidad muscular que empeora con el tiempo. La progresión y los síntomas pueden
variar según la persona.